En una nueva edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine (BAFICI), que se llevó a cabo entre el 8 y el 13 de abril, el director Javier Van de Couter presentó en Competencia Oficial Tesis sobre una domesticación, una adaptación de la novela homónima escrita por Camila Sosa Villada.
Cuando Camila Sosa Villada publicó la novela, editada primero por Página 12 y luego reeditada en 2023 por Tusquets, el mundo era uno. Hoy, es otro. ¿Es otro?
En 2019 la pandemia por COVID-19 todavía no había atravesado las vidas de todo el mundo y la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, que condensó años de lucha feminista en un triunfo colectivo, estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, la población travesti trans nunca dejó de estar en riesgo ni tan cerca de un triunfo masivo. El cupo laboral trans fue una especie de faro y anclaje de políticas públicas inclusivas, pero basta pensar en la desaparición de Tehuel de la Torre en 2021 para entender que, cuando corremos el velo de los privilegios heteronormativos, la mugre sigue ahí.
En Tesis sobre una domesticación, Camila imagina la historia de una actriz travesti talentosa que asciende económicamente gracias a su trabajo y puede construir una nueva vida sin grandes obstáculos.
Una utopía travesti
Para la adaptación de Tesis sobre una domesticación, Sosa Villada puso el cuerpo en todo sentido: no solo es coautora del guion (junto con Van de Couter), sino que también la protagoniza. El director habló de la “experiencia particular” que supuso que su actriz principal pudiera aportar ideas en el set y al mismo tiempo defender su propio texto. Van de Couter y Sosa Villada ya habían trabajado en equipo en el largometraje Mía (2011) y en esta ocasión lograron transformar la historia original (una novela coral, con múltiples puntos de vista y viajes temporales) en una película de dos horas de duración con un final ligeramente diferente y un tono que se mantiene en la comedia, pero habla de temas ásperos e incómodos.
La actriz -el personaje no tiene nombre de pila- lleva adelante una vida nocturna en Buenos Aires, es la estrella absoluta de una obra teatral y se casa con un abogado bisexual, exitoso y adinerado. Esto la termina de posicionar en una clase acomodada y, en la cumbre de su carrera, la pareja decide adoptar un hijo.
Es a partir de ese acto final de “domesticación” que Sosa Villada plantea una historia en donde los personajes habitan la contradicción todo el tiempo. La actriz boya entre relaciones sexuales y afectivas a lo largo de toda la película (una de ellas con el director de su obra), escindida entre este nuevo presente y un pasado tortuoso representado principalmente por su familia que vive en Córdoba. ¿Cuál es el costo de sostener esa nueva realidad?
Hay una búsqueda interesante y bien lograda respecto al contraste como hilo conductor de la historia: la vida nocturna, caótica y moderna de Buenos Aires por un lado; la calma aparente, los prejuicios y la opresión del pueblo por el otro. La familia que construye la actriz con el abogado (interpretado por el mexicano Alfonso Herrera) y el niño que adoptan versus la familia que dejó atrás en Córdoba. Buenos Aires es el espacio en donde los personajes viven en libertad, refugiados principalmente en la noche, pero también en donde pueden armar una nueva familia, mientras que Córdoba es el espacio diurno y tosco en donde reaparece la familia de origen de la actriz y los vestigios de su pasado que la dejan expuesta y vulnerable.
Por otro lado, es notable cómo la película pasa sin perder frescura de escenas de sexo explícito a aquellas en donde la pareja construye su vínculo (y un retrato familiar) con con el niño que van a adoptar. El mérito se lo lleva principalmente el montaje, a cargo de Mariana Rodríguez, encargada también del final que se eligió en el corte definitivo. Otro aspecto en donde se evidencia la decisión de marcar contrastes altos es en la edición de sonido, dado que se eligió tomar los sonidos del ambiente y no regrabarlos o agregarlos en post producción (por ejemplo, para las escenas de sexo en donde el silencio es roto por las voces de los personajes o los sonidos de saliva).
A nivel actoral, Camila Sosa Villada es magnética y feroz y su intensidad atraviesa la pantalla. Nadie más podría haber encarnado su personaje: ella es la película. Además, sostiene física y emocionalmente una película que, al igual que toda su obra, desafía los mandatos tradicionales y la heteronorma y explora el deseo, el sexo y las dinámicas de poder. Sin dudas, una película para seguir de cerca.
El cine argentino en tiempos de crisis
Este año el BAFICI tuvo un ingrediente especial: las dos primeras películas en agotar todas sus funciones comparten no solo el hecho de ser adaptaciones de obras literarias, sino también el status de estrella de las autoras de la historia original. La virgen de la tosquera, basada en cuentos de Mariana Enríquez y Tesis sobre una domesticación llenaron todas sus salas luego de haber sido oficialmente estrenadas a nivel mundial en dos festivales internacionales (Sundance y Chicago, respectivamente). Constituyen un hito del cine argentino en un año en el que, según el Colectivo de Cineastas, el Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) no brindó apoyo alguno y la producción de películas argentinas cayó un 57%.
Según compartió Van de Couter, Tesis sobre una domesticación fue posible gracias a la coproducción entre Argentina (a partir del financiamiento del INCAA en años anteriores) y México (gracias al apoyo del EFICINE, el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional). La película fue filmada en un 65% en el edificio entonces llamado Centro Cultural Kirchner (CCK), tanto para las escenas del departamento como para las del teatro.
Ficha técnica
Año de producción: 2024
Duración: 114'
Guion: Javier Van de Couter, Camila Sosa Villada, Laura Huberman
Producción: Laura Huberman, Ramiro Pavón, Gael García Bernal, Mónica Perez Vargas, Lorena Cándano de la Peza
