Con la desaparición de las figuras jurídicas de las Sociedades del Estado y la derogación de la Ley N° 27.113 —propuesta en el artículo 264 del DNU anunciado por Milei ayer— se suprime la "Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP)". De esta manera, se ve afectada la actividad de instituciones de alto prestigio dedicadas a la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de remedios, vacunas, insumos y productos médicos.
El Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe es Sociedad del Estado provincial y se encuentra en “alerta”, según su directora Elida Formente. Recientemente se convirtió en la primera institución pública de Latinoamérica en producir y distribuir mifepristona, un medicamento que, junto al misoprostol, constituye el procedimiento más eficaz para interrupciones voluntarias del embarazo, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El LIF se se constituyó como Sociedad del Estado por ley provincial en 1999. Sin embargo, produce medicamentos para el sistema público de salud de Santa Fe desde 1947.
"Es algo estrictamente legal y tuvimos que hacer analizar el decreto por los equipos pertinentes. Según nuestra abogada, el decreto no tiene efectos retroactivos, pero hay que ver cómo se configuran las sociedades del estado provinciales", explica la directora del laboratorio y avisa: "En principio prevalece la autonomía provincial sobre las derogaciones a nivel nacional. Creo que hay que esperar a la decisión del gobierno de Santa Fe".
Sin embargo, las alarmas existen. Para Formente, como efecto inmediato, el decreto reduce la implicancia del LIF a nivel país. "No sabemos aun si corremos riesgo de reconvertirnos o de desaparecer", advierte.
Sobre la derogación de la Ley 27.113, la ejecutiva puntualiza: "La supresión de la ANLAP es algo grave, aunque no nos genera dependencia. Funciona como agencia que nuclea y contribuye al desarrollo de los laboratorios públicos. No impacta directamente en el LIF. Lo que sí influye son las decisiones nacionales vinculadas a la producción pública de medicamentos, a la discontinuidad (o no) del programa REMEDIAR, a la derogación de la ley de genéricos".
REMEDIAR es el nombre que lleva la política pública que surgió en 2002 y se consolidó para garantizar el acceso a medicamentos a más de 16 millones de argentinas y argentinos. El LIF de Santa Fe es el principal proveedor entre los cinco laboratorios públicos que abastecen al programa. Entrega botiquines con medicamentos esenciales en más de 8.100 centros de salud de todo el país.
Entre las especialidades que produce el laboratorio santafesino se encuentran antibióticos, corticosteroides, antihipertensivos, hipoglucemiantes, antihipertensivos, antiespasmódicos, antiparasitario, antipsicóticos, analgésicos opioides, antifebriles, anticonceptivos, protectores solares, repelentes. En total son 46 medicamentos que abarcan un amplio espectro de necesidades.
"Este DNU es una amenaza clara al acceso de medicamentos por parte de la población y a la soberanía sanitaria", sentencia la directora del LIF sobre el texto que, más que una necesidad, parece un negocio.
El LIF como garantía de derechos
El LIF se ha constituido como un laboratorio líder en relación a la producción pública de medicamentos. Desde octubre, la mifepristona allí producida está disponible en los 795 efectores de las cinco regiones que componen el sistema de salud pública de la provincia de Santa Fe (Rafaela, Reconquista, Rosario, Santa Fe Capital y Venado Tuerto). Es decir, por ahora tiene luz verde para su repartición dentro de los límites provinciales y resta transitar otras etapas de aprobación para poder abastecer al resto del país.
Podés leer más en: Santa Fe: ya salió la mifepristona de gestión pública
"Muy pocos laboratorios privados hacen mifepristona porque implica una inversión muy grande. Es un producto muy caro que tiene una incidencia corta en comparación a otros medicamentos. Por eso, no es rentable. Y que lo haga el LIF es importante para asegurar el abastecimiento y, por lo tanto, asegurar prácticas seguras de interrupción del embarazo", sostiene Formente.
En tanto, el misoprostol que fabrica el LIF está aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su distribución en todo el territorio argentino.