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Martha Stutz, la obra que denuncia el tratamiento mediático de los infanticidios

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Exponer las estructuras con entusiasmo. Mostrar los embalajes que en casi todos los espectáculos son escondidos con mucho cuidado. Invitar al espectador a ser parte de la puesta. El Grupo Tambo propone una experiencia que va más allá de lo esperado por el público. En Martha Stutz los recursos teatrales están al servicio de contar una historia soltando formalidades y tradiciones.

El argumento nos hace viajar en el tiempo. La historia de Martha Stutz no sorprende en un mundo que naturaliza las atrocidades. Pero en la provincia de Córdoba, en 1938, la historia de una niña de nueve años que salió a comprar una revista y de la que luego no se tuvo noticias sí supo llamar la atención. Muchas conjeturas, pero nada de evidencia. Martha no aparece. El juego mediático que no respeta dolores ajenos y que busca la primicia amarilla son elementos que pisan fuerte en el caso.

El Grupo Tambo ejecuta con gracia la tarea de comunicar lo relevante sin caer en formatos viejos. Actores y actrices juegan en un escenario que no conoce límites y germinan distintos mundos posibles no solo en la mente de los espectadores si no también en los vecinos y vecinas de Floresta. En el pintoresco Parque Avellaneda el hecho teatral interpela sin piedad a quien se atreve al acercamiento.

Un programa de televisión es el espacio elegido para representar la frialdad que transmiten periodistas y conductores a la hora de vender el cuento al mejor postor. La noticia truculenta ofrecida a los televidentes para su cómodo consumo no es primicia y los artistas demuestran gran destreza a la hora de componer personajes. Sin embargo, relatar un hecho tan crudo no se convierte en una excusa para recurrir a cursilerías ya gastadas de tanto uso.



El espectáculo sabe atrapar a su audiencia mediante la comicidad y tiempos teatrales que hacen un uso responsable del suspenso. El código actoral es complejo, pero no por eso indescifrable, y esta dualidad de caminos es lo que hacen de Martha Stutz una obra de arte disfrutable y desafiante. Un equipo de intérpretes bien entrenados y una puesta en escena que refleja horas de ensayo son la receta perfecta para asegurar sin cavilaciones que las obras de teatro siguen siendo una excelente alternativa para no olvidar las historias que importan.

Además apoyar al teatro independiente en una red de medios que destilan hegemonía e intereses propios es en sí un acto rebelde que vale la pena practicar. Las expresiones artísticas con tono social y que tienen las banderas de la solidaridad y la cooperación bien en alto son siempre la alternativa ideal a la hora de elegir qué hacer en el tiempo libre.

Martha Stutz es una construcción que entretiene y que nos obliga a mirar a la bestia que habita el mundo a los ojos. ¿Quién es el verdadero villano en esta historia? ¿Hacia donde van las víctimas cuando se convierten en material de descarte? Ir al Complejo Cultural Chacra de los Remedios a ver esta pieza teatral es un buen comienzo para empezar a responder estas preguntas.


 
 
 
 
 
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