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Ilse Fuskova, el arte de la militancia lesbiana

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El día que Liliana Furio se acercó a Ilse Fuskova para agradecerle por su activismo durante épocas hostiles para la comunidad, un trozo de memoria se desprendió de las profundidades del pasado y se transformó en isla. “Justicia poética para nuestras historias”, lo llamó María, una de las espectadoras del documental que relata parte de la vida de Ilse, surgido de ese encuentro mágico entre dos lesbianas talentosas y ambiciosas de mostrar al mundo otras formas de existencia.

¿Cuál es la manera más sensata de narrar a quien se admira? ¿Cómo contar una historia que inspira sin que la subjetividad de la propia mirada entorpezca el trabajo? ¿Por qué es tan importante visibilizar la existencia de quien puso su cuerpo y sus privilegios al servicio de un colectivo? ¿Quién es Ilse Fuskova y por qué es imposible conocer bien la lucha feminista y lesbiana argentina sin conocer su historia? 

Es probable que la descripción de las acciones digan más de las personas que los adjetivos más certeros, pues entonces, ¿qué reflexión merecería quien en 1991 se sentó en la mesa de Mirtha Legrand y pidió ser presentada nada menos que como militante lesbiana? Esta pregunta, tan incómoda para quienes conciben la devoción más como una herencia ineludible que como una reivindicación del sacrificio íntegro por una causa, se mantuvo suspendida en el aire durante tres décadas. No fue hasta hace cinco años que Liliana Furió, directora y productora audiovisual, la tomó con fuerza, como quien atrapa algo tan valioso que no todos pueden ver y lo convierte en poesía. Así nació “Ilse Fuskova”, una película documental surgida de la necesidad de contar la historia de una lesbiana que constituye, en realidad, gran parte de la historia de las lesbianas en Argentina. 

"Esta historia hay que contarla", decretó Liliana Furió, el día que asistió a un homenaje dedicado a Ilse Fuskova en Tierra Violeta en el año 2015. “Fui a darle un abrazo, quería agradecerle. Ilse fue una referente ineludible para mí. Cuando le pregunté dónde podía ver un documental sobre su vida me dijo ‘No, no hay nada’”, cuenta en diálogo con Feminacida. “Entonces lo hacemos”, acordaron enseguida. 

En ese encuentro fue que se gestó la pieza recientemente estrenada. Bautizada con su nombre y el apellido de su madre, el cual adoptó después de que tanto su apellido de casada como el de su padre le fueran prohibidos por haberse reconocido lesbiana públicamente. En el flyer del documental los dos apellidos que le fueron prohibidos aparecen tachados. Desde ese primer encuentro entre el público y la obra se presenta uno de los puntos principales que atraviesan la historia de Ilse como la de muchas: la cuestión identitaria en torno a ser lesbiana

Registro de existencia lesbiana


“Ilse Fuskova” se presentó en el cierre del Festival de Cine Queer, en el Pasaje Dardo Rocha de la ciudad de La Plata el domingo 7 de noviembre. Quienes asistieron a esa función esperaban seguramente una historia conmovedora. Sin embargo, fueron partícipes de una experiencia que, lejos de ser expositiva, buscó con éxito remover en la tierra de la memoria colectiva de un público en su mayoría disidente

¿Existe acaso otra lesbiana, además de Ilse, de más de 90 años que sea reconocida públicamente por su militancia? Incluso ella, habiendo sido pionera en la lucha por los derechos de las identidades lesbianas, tiene un reconocimiento escaso en comparación con otros y otras activistas hetero y/o cis.

¿Por qué es tan difícil encontrar en la memoria personalidades destacadas del activismo lésbico, siendo que este tuvo un rol protagónico y disruptivo en el movimiento feminista local entre las décadas del 70 y 90? Paz y Emilia son conductoras de “Devenir Manada”, un programa radial que se emite los jueves a las 18 horas por Radio Botellón. Ellas, al igual que María, profesora de Historia en secundaria, se acercaron a la función en la que Liliana Furió presentó el documental junto al otro director, Lucas Santa Ana. “A Ilse la conocí en 2019 porque mi tía, que era militante lesbiana y feminista, me regaló una edición que ella tenía de los Cuadernos de existencia lesbiana, de fines de los 80”, cuenta Emilia. Al igual que ella, Paz también la conoció a través de los Cuadernos, esa serie de publicaciones que Ilse escribió y editó junto a la periodista y militante lesbiana Liliana Carrasco, en la cual reunieron cartas, poesías, dibujos y reflexiones referidas a habitar al lesbianismo. Esa fue para Emilia la puerta a un mundo desconocido que tiempo más tarde celebraría como propio.

La disputa del espacio público

Al igual que los Cuadernos  en su momento, el documental pretende reivindicar la memoria, reconstruir un pasado que la comunidad lésbica todavía reclama tímidamente, no necesariamente por desinterés, sino por más bien una construcción en la cuál tanto desde los feminismos como desde el sistema patriarcal el sector queda relegado del espacio público.  “La peli es importantísima, porque nos devuelve un poco nuestra historia, pero también visibiliza un mundo que siempre está en segundo plano”, asegura María, quien recupera parte de la intención del documental de mostrar las disputas tanto hacia afuera como hacia adentro de los feminismos.

Furió logra a través de la voz de Ilse Fuskova y Liliana Carrasco contar con ternura, aunque sin romantizar, las dificultades del activismo lésbico dentro del movimiento feminista, el cual en gran parte motorizó, y también por fuera de él. Incluso al interior de la comunidad lésbica existían resistencias con quienes se asumían “tardíamente”. Furió está convencida de que la figura de Ilse ayudó a limar esos estigmas “al haber sido tan contundente y tan valiente, tan despojada de prejuicios para poder asumir esa visibilidad tan necesaria”. Y agrega: “Además también siendo consciente de que su lugar privilegiado de clase media ella lo usó justamente para socializarlo y para obtener derechos para nuestro colectivo”.

Identidades lesbianas: construir desde la semejanza

La importancia de la figura de Ilse y la producción de un documental sobre su vida radica en la potencia identificatoria que generan personajes como ella y lo insólito de su escasa visibilidad. “El documental me hizo pensar en la construcción de las identidades, incluso actualmente. Si bien las disidencias se constituyen resignificando la diferencia, es decir, hay una construcción propia de identificarse como una otredad, como lo distinto, porque justamente queremos mostrar que hay diferentes formas de existir, hay una parte igual de importante que es la de la construcción de la identidad por semejanza”, cuenta Paz; y suma: “Hacer más hincapié en esas identificaciones me parece fundamental. Porque si seguimos señalando como lo otro hay muchas identidades a las que les puede costar un poco más”. 

Furió, quien reconoce en Ilse una referente desde que la conoció en los años 90, reflexiona: “Cada cual tiene su proceso interno, sus propias luchas y sus convicciones político históricas, pero esta claramente esta es una película de la cual una persona no sale igual, nos recarga de orgullo a las lesbianas que la venimos peleando hace tantos años y a la generaciones nuevas que por ahí pueden pensar ‘uy, pero la familia, la iglesia, el barrio’. Creo que saltan un poco por los aires un montón de miedos, prejuicios, temores, y ese es uno de los objetivos de la película”. 

Además, la directora señala otra cuestión interesante que tiene que ver con una de las búsquedas y probablemente aciertos del documental, donde plantea como uno de los objetivos acercar la figura de Ilse a un público ajeno a la comunidad lesbiana y LGTB para interpelarlo: “La visibilización de la población lesbiana, del mundo lésbico puesto así en una personalidad tan carismática, tan certera, con un lenguaje tan simple y tan contundente puede ayudar entender y hacerse eco de cualquiera de nosotras”, cierra la directora de la película. 

¿Dónde verla? 

Esta obra es la ventana a un mundo que, injustamente, no muchas personas conocen. Asomarse a través de ella es en parte un regalo que ofrecen quienes la hicieron posible, y en parte una responsabilidad de conocer la propia historia. Sería una picardía entrar en detalle sobre el contenido del documental, adelantando la historia de Ilse con Claudina, su irrupción en el feminismo y luego en el lesbianismo, o la determinación con la que todavía hoy celebra el amor y la vida. Afortunadamente no es necesario porque todavía quedan al menos unos días para verla. Habrá funciones diarias  hasta el miércoles 17 en Cine Gaumont (Avenida Rivadavia 163, a las 12.30, 15, 17:30 y 20 horas). Además puede verse en Cinear Play haciendo click acá.

En el Espacio INCAA Cine Teatro Municipal Quilmes habrá funciones el lunes 15, martes 16 y miércoles 17 a las 18 horas. En el Espacio INCAA Cine Municipal Select de La Plata se podrá ver el lunes 15, martes 16 y miércoles 17 a las 18 horas.


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