En el marco del "Día Nacional de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes", Feminacida dialogó con Paola Zabala, directora de la Comunidad Anti Bullying de la Argentina, sobre acoso escolar. Un tema subestimado por la adultez, pero urgente para las niñeces.
Hoy, Día Nacional de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), es una oportunidad para que revisemos cuánto se respetan los derechos de las infancias.
UNICEF tiene la respuesta: dos de cada tres niñes de Argentina son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda, al agua o a un hábitat seguro. El organismo se basa en datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC y estudia el núcleo más duro de la pobreza que se mantiene desde hace más de seis años.
Aunque las problemáticas relacionadas con las juventudes son numerosas, hoy cabe atender uno de los temas de la agenda de les jóvenes y que desde la adultez se tiende a minimizar: el aumento sostenido de bullying o acoso escolar.
Uno de cada cuatro estudiantes del último año de secundaria manifiestan no sentirse bien al ir a la escuela, según el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, realizado en 2019.
La distancia entre la percepción del problema entre les adultes y les jóvenes es alarmante: sólo el 2,8% de las autoridades considera que los problemas de convivencia entre estudiantes son "un problema serio", el 17% cree que es un “problema moderado” y el 41,2% considera que se trata de “un problema menor”. Sólo el porcentaje restante toma dimensión de la problemática: el 74,5% del alumnado reconoce situaciones de discriminación en el ámbito escolar.
“Existe una tendencia a minimizar los problemas que tienen que ver con la niñez”, comentó Paola Zabala, directora de la Comunidad Anti Bullying de la Argentina, en diálogo con Feminacida. “Si aún las autoridades escolares no dimensionan la gravedad del asunto todavía tenemos mucho por hacer”, agregó la entrevistada alertando que “el suicidio es la segunda causa de muerte en la infancia y la adolescencia detrás de los accidentes de tránsito”. Es decir, cuidar la salud mental e integridad física en edades tempranas es fundamental para aminorar este flagelo que se ha triplicado desde la década de los ‘90.
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Además de reclamar atención y acción por parte del Estado, Zabala hizo hincapié en que es preciso que el cuerpo docente, la prensa y los ámbitos familiares no sólo tomen conciencia de que el bullying y la convivencia escolar no son temas menores, sino que es pertinente capacitarse en la materia para saber abordar estas situaciones con responsabilidad.
El Gobierno Nacional lleva a cabo la campaña "Argentina contra el Bullying" y en su página web oficial difunden material didáctico llamado “Hablemos de Bullying”. Allí, brindan herramientas a las familias, escuelas y a la comunidad para abordar estas y otras situaciones. También hay recursos educativos.
El cuerpo atacado
Exponerse desde temprana edad a ataques y discriminaciones verbales y/o físicos hacia el propio cuerpo son marcas que pueden derivar en problemas de autoaceptación, depresión, complejos, incluso trastornos de la alimentación. Según el mencionado estudio, más de la mitad de les niñes consideró que suceden episodios de discriminación por aspecto físico (75,4%).
En tanto, discriminación por características personales o familiares como la religión, nacionalidad, género y/o discapacidad sucede en un 67,7%, y amenazas o agresiones entre compañeros en un 54,5%.
“Definitivamente la niñez y la adolescencia son etapas de mucha vulnerabilidad. Culturalmente, debo decir que una de las presiones actuales que genera la sociedad sobre NNA es alcanzar la figura ideal, lo que puede derivar en graves trastornos de la alimentación”, expuso la directora.
La percepción también varía según las distintas jurisdicciones: las tres provincias con mayor proporción de alumnes que perciben dificultades de convivencia son Jujuy (43,4%), La Rioja (43,1%) y Catamarca (41,2%). Mientras que las localidades en las que menos dificultades entre estudiantes se perciben son CABA (25,8%), La Pampa (28,3%) y Misiones (31,7%).
No obstante, las citadas mediciones datan del 2019: “Una de las cuentas pendientes que tiene nuestra política es la medición de este flagelo. Sin datos estadísticos oficiales no podemos conocer fehacientemente dónde estamos parados, y qué tanto el fenómeno se ha agravado”.
Ciberbullying y grooming
La llegada de nuevas tecnologías extendieron el campo donde se desarrolla el acoso y hostigamiento, y dio paso a nuevos ataques online como el grooming, es decir, el acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet.
Al respecto, Zabala alertó que “el ciberbullying representa un escenario de mayor complejidad que el bullying”, ya que no requiere de presencialidad para ejecutarse y que “las consecuencias para quien es víctima de ciberhostigamiento son más graves porque perduran en el tiempo, son visibles a un mayor número de espectadores y los niveles de crueldad al no tener registro del impacto que produce en el otro son mayores también”.
“Sin ánimo de demonizar la tecnología”, Zabala la señala como el “vehículo ideal para ejercer violencia y sometimiento” a distancia ya que permite incluso el anonimato, la masividad, el engaño y abuso a menores, siendo un entorno más complejo para la supervisión y control de personas adultas.
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En consonancia, Zabala dio un ejemplo de la importancia de generar espacios de diálogo y concientización. Sucedió mientras daba una charla a adolescentes en la ciudad de Río Cuarto, en Córdoba, en el marco de la Semana del Bullying.
“Suelo recorrer las salas mientras hablo, me gusta percibir las reacciones y no hablar desde una tarima. Mientras recorría la sala pude ver a una adolescente conmovida pero no quise exponerla delante de sus compañeros. Sin embargo, ella elevó su mano y pidió la palabra para contar su experiencia en la que fue víctima de ciberbullying el propio día de su cumpleaños”, relató Paola. Luego de esa intervención, otro de adolescente también pidió la palabra y se disculpó públicamente con ella, confesando ser parte de les espectadores pasivos de lo que le sucedía. Contó que él también fue víctima de bullying en su escuela anterior y que por eso se había unido a “los piolas” para evitar así convertirse nuevamente en el acosado.
“El resto de los chicos espontáneamente se pararon y aplaudieron el coraje de su compañera al contar lo que estaba viviendo, así como el de su compañero que le pedía perdón. Es difícil transmitir la emoción genuina que vivimos todos los que estuvimos presentes en ese momento”, comentó la entrevistada, que con su ejemplo evidencia la necesidad de transmitir empatía y abrir canales de charla.
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Día Nacional de los Derechos de Niñes y Adolescentes
Al respecto de este 27 de septiembre, Paola Zabala coincidió en que es una buena oportunidad para reflexionar sobre la importancia de garantizar y proteger los derechos de NNA que no sólo son víctimas de bullying, sino también de otros tipos de violencia como el grooming, la violencia intrafamiliar y abusos.
Argentina no cuenta aún con una ley específica sobre bullying, lo cual “no deja de configurar una violación a los Derechos del Niño convenidos internacionalmente”, e incluso al derecho a la educación porque, “¿cómo pedirles a los chicos que se concentren en la adquisición de conocimientos académicos cuando temen por su integridad física?”.
“Es nuestra obligación proporcionarles a los chicos que la escuela sea un entorno seguro donde puedan aprender”, expuso Zabala, quien no sólo enuncia esta idea sino que también la materializa.
La Comunidad Anti Bullying Argentina que ella lidera es una organización formada por un grupo de profesionales que trabaja en múltiples frentes para combatir el acoso escolar. Esto incluye la realización de talleres y charlas en escuelas, la capacitación de docentes y profesionales, la difusión de información y recursos, la colaboración con otras organizaciones e instituciones para crear estrategias eficaces de prevención y apoyo, y colaboran con algunos proyectos de ley.
De cualquier manera, cada integrante brinda asesoramiento e información a través de sus canales de comunicación e instan a abandonar la indiferencia, la naturalización de la violencia, la subestimación de los problemas de les menores de edad y erradicar la frase de madres y padres que reza “si no es con vos, no te metas”. A meterse, todes, porque el bullying no es cosa de chicos.