Mi Carrito

"Apneas Ciegas", una obra que rompe esquemas

Compartí esta nota en redes

“Cuando la palabra se desenfoca ¿Qué otros canales nos comunican?”, interpela la sinopsis de Apneas Ciegas, el primer trabajo del conjunto Proyecto Larva, dirigido por María Kuhmichel. Aunque parezca extraño, la vía de comunicación alterna se abre paso a través de las apneas, esas suspensiones transitorias de la respiración. Además hay un sentido que, si bien no es oficialmente reconocido, entendemos su existencia: la capacidad de percibir a otras personas en cercanía.

Proyecto Larva es una compañía de danza emergente e itinerante que no requiere de inclusión porque no genera exclusión. “No pensamos el grupo desde un binarismo, somos artistas, más allá de los géneros u orientación sexual”, afirmó la bailarina, Macarena Fandón. Esta agrupación está atravesada por fundamentos litúrgicos y sociales, se inspira en tres autoras feministas contemporáneas: Silvia Rivera Cusicanqui, Donna Haraway y Suely Rolnik. 

“Este enfoque conlleva a una labor comunitaria, colectiva y en red. Me detengo en la idea de descubrir una alternativa para encontrarse. Son una forma distinta de seres humanes que se relacionan de otra manera, en un territorio extraordinario, con la necesidad de estar juntas para construir comunidad”, contó Kuhmichel con un entusiasmo particular sobre esta creación.


“La palmera, cuando hay viento, baila, las hojas bailan, si hay otra al lado se acercan… y después se apartan. Todas las fuerzas de todos los cuerpos están en relación, y esas relaciones producen efectos en cada cuerpo”.

Suely Rolnik

En la sala se vive un microclima que se desconoce del exterior, independiente de toda normativa o idea social establecida. “Las estructuras que tratamos de desarticular van desde la visión, las jerarquías y los roles, un paradigma que todo el tiempo nos marca cierto status quo. Es necesario vivenciar las disidencias para que dejen de ser una minoría silenciada”, explicó Fandón.

Un cuadro se perpetúa en la memoria. Se escuchan gritos mudos en cámara lenta e ingresa en escena un sólo con marcado relevé (postura que se realiza en puntas de pié) digno del ballet. Pero algo se rompe, las corporalidades se doblan, las rodillas se flexionan y el estereotipo físico de la danza se quiebra. Una imagen cuidada con un violín saturado de fondo, todo condice en contradicción.


Te puede interesar: Pies pa’ volar: ¿Cómo bailar a Frida Kahlo?

Estos individuos no comprenden el paradigma que constantemente marca quiénes están por encima de los demás. Elles quieren vivir en armonía, ni arriba, ni abajo, sino a la par. Su coexistencia se desprende de lo físico. La escenografía actúa como hábitat de los seres y el vestuario es parte del entorno.

Según Fandón, la intención no es enfocarse en la desnudez, "sino que nuestros cuerpos sean parte del territorio que creamos”. En otras palabras: “Si nos tapamos o nos ponemos un corpiño, hay algo de eso que empieza a cerrarse o tironear. Retomaría la norma que rige por fuera del espacio escénico. Respondería a lo externo”.

La intencionalidad del trabajo se ve reflejado cuando las emociones se adueñan del espacio. En cada función la danza contemporánea se fusiona con jazz lyrical. Un piano imaginario toma protagonismo, sus teclas están en los cuerpos que hacen música. Por momentos da la sensación de ver un espectáculo de nado sincronizado. A su vez, quien asiste a verlo se sitúa en un arroyo, un cuadro cristalino, cálido y celeste. 



La danza está atravesada por este mismo contexto que rompe con el binarismo cuerpo-mente y lo divide. “Bailar es pensar en la emocionalidad corporal”, reflexionó Macarena y agregó: “Restamos importancia a lo físico cuando va más allá del estereotipo de belleza, o en un planteo más amplio que lo estructuralmente estético”.

En el ámbito artístico es fundamental trabajar la perspectiva de género. Así derribar estereotipos donde se establecen cuestiones como las masculinidades en el ballet. El hombre es quien siempre levanta, soporta el peso y trabaja más como partenaire, que en roles protagónicos. El bailarín es parte de la revolución desde el momento en que ellos hacen coreografías con puntas, tacos o modifican mandatos estructurales.

En este marco, hace 15 años el movimiento por la Ley Nacional de Danza trabaja en función de concretar políticas públicas para la danza en el territorio nacional. Según Macarena Fandón, “es fundamental introducir la legislación y queda un largo camino por recorrer. Es necesario rever su importancia a nivel nacional. En ocasiones, da la impresión, que el arte es pospuesto o, incluso, dejado de lado, cuando en realidad es un derecho y por tanto, imprescindible”.

Apneas Ciegas rompe esquemas. Este pequeño hábitat construido por fuera de los géneros, del capitalismo y de toda jerarquía, es un espacio atemporal. Se crean cánones realizados minuciosamente y dibujos, como una flor que se arma entre las cuatro performers y se cierra con la música. Una constante de imágenes que transportan al “aquí y ahora”.

Ficha técnica

Intérpretes: Macarena Fadon, Celeste Fonseca, Lourdes Medina, Florencia Pinhao
Vestuario: Donovan Solares
Escenografía: Alejo Hugo Enrique Wilkinson Hassler
Iluminación: Adrian Ruiz
Fotografía: Fedrofotos, Paola Evelina
Dirección: María Kuhmichel
Composición Musical: Guido Moretti


Compartí esta nota en redes