Según el Estudio Lucía, publicado por el Centro de Estudios del Estado y la Sociedad (CEDES) en 2024, el 25% de las 2 mil mujeres e identidades LGBTIQ+ encuestadas dijo no haber usado ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual.
Esta cifra refleja un problema estructural en el acceso a la información y a los servicios de salud sexual y (no) reproductiva. ¿Por qué tantas personas jóvenes no acceden a métodos anticonceptivos en un momento clave de su vida? ¿Cuáles son los obstáculos a la hora de informarse, preguntar y elegir?
La respuesta tiene muchas capas. Puede tratarse de prejuicios para hablar de sexo y sexualidad, por falta de educación sexual integral en la escuela o por otras razones. Pero en este contexto, la decisión sobre cómo cuidarse —y con qué método— queda librada muchas veces al azar, al boca en boca o a la suerte de dar con un o una profesional respetuosa.
Myka llegó para dar una respuesta a esta problemática.
Una aliada digital
Myka es una chatbot creada por el equipo de Find My Method (Guía de Sexo Seguro en español), una plataforma global que ofrece información sobre métodos anticonceptivos de forma gratuita, anónima y basada en evidencia científica.
Myka funciona como una guía interactiva y amigable para acompañar a quienes quieren conocer sus opciones de cuidado. A través de una serie de preguntas y respuestas, la chatbot brinda orientación sobre los distintos métodos disponibles, cómo se usan, qué eficacia tienen, qué efectos secundarios pueden generar, y cuál se adapta mejor a cada persona según sus necesidades y preferencias.
Disponible en español, inglés y francés, Myka está diseñada especialmente para adolescentes y jóvenes que quizás no tienen acceso a una consulta médica o que prefieren resolver sus dudas en un entorno más íntimo y digital. También está pensado para quienes quieren ampliar su conocimiento o acompañar a otres en el proceso de elección.

¿Cómo usar el chat?
Para comenzar, solo hay que ingresar a Find My Method y hacer click en la burbuja de diálogo que aparece en la esquina inferior derecha de la pantalla. También está disponible para hablar por WhatsApp a través de este número: +1 (202) 929-5301.
Desde allí, se puede elegir entre distintas opciones: un cuestionario para definir cuál es el mejor anticonceptivo para cada une, información sobre los distintos métodos existentes e información para determinar si se está cursando o no un embarazo.
El cuestionario consta de siete preguntas que le permiten al chatbot conocernos mejor y dar respuestas hechas a medida. “¡Guia de Sexo Seguro tiene informacion sobre 21 métodos anticonceptivos diferentes!”, nos cuenta Myka al comienzo y luego nos presenta las opciones que van mejor con nuestra vida sexual.
Myka prioriza un enfoque inclusivo y con perspectiva de derechos. No asume género, orientación sexual ni tipo de relación: se dirige a cada persona en sus propios términos y ofrece datos sin estigmas ni discursos médicos impositivos.
Información confiable y sin prejuicios
Uno de los grandes aportes de Myka es que desmonta muchos de los mitos que circulan sobre anticoncepción. Por ejemplo, que el DIU "es solo para mujeres que ya fueron madres", o que el preservativo "quita sensibilidad". Frente a esas creencias extendidas, la chatbot ofrece datos basados en evidencia científica y en lenguaje accesible.
También responde a preguntas como: ¿qué hago si me olvidé de tomar una pastilla? ¿Cuál es el método más seguro? ¿Cómo accedo a estos métodos si no tengo obra social? Además, proporciona enlaces útiles y recursos para quienes quieren saber más o consultar con profesionales.
Como complemento, en la página de Guía de Sexo Seguro se puede bucear por los 21 métodos anticonceptivos allí compilados, encontrar datos sobre anticoncepción en distintos puntos del planeta y leer artículos sobre educación sexual.
Hacia una salud sexual informada
Myka no reemplaza una consulta médica, pero sí puede ser una primera puerta de entrada. Una forma de que más personas accedan a información segura, sin prejuicios ni barreras, y desde cualquier lugar del mundo.
Y sobre todo en un país donde el Estado argentino viene desfinanciando políticas clave como el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) y el Programa ENIA (de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia). Programas que garantizan derechos y salvan vidas. Su debilitamiento agrava las desigualdades y deja a miles de adolescentes sin herramientas para decidir sobre sus cuerpos.
Además, aporta a garantizar el acceso a los métodos anticonceptivos adecuados. Un hecho que redunda en otros beneficios no necesariamente vinculados a la salud, como una mayor autonomía, mayores oportunidades de educación, de crecimiento personal y social, de acceso al mundo laboral, entre otros aspectos.
Conocer nuestras opciones es el primer paso para ejercer nuestros derechos. Y en ese camino, contar con una guía clara, respetuosa y actualizada puede hacer toda la diferencia.
―Este artículo fue producido en alianza con Women First Digital―
